La foliculitis es una afección cutánea frecuente en la que los folículos pilosos se inflaman. Por lo general, se produce a causa de una infección bacteriana o fúngica. Al principio, puede manifestarse como pequeños bultos rojos o espinillas cabeciblancas alrededor de los folículos pilosos —las pequeñas bolsas desde donde crece cada cabello—. La infección puede propagarse y convertirse en úlceras escamosas y no curables.
La enfermedad no pone en riesgo la vida, pero puede causar picazón, dolor y vergüenza. Las infecciones graves pueden causar pérdida permanente del cabello y cicatrices.
Si tu caso es leve, es probable que se solucione en unos pocos días con medidas básicas de cuidado personal. En los casos en los que la foliculitis es más grave o recurrente, es posible que necesites consultar con un médico acerca de medicamentos de venta con receta.
Ciertos tipos de foliculitis se conocen como «foliculitis del jacuzzi», «vello encarnado» y «foliculitis de la barba».
Síntomas
Los signos y síntomas de la foliculitis son:
- Grupos de pequeños bultos rojos o espinillas cabeciblancas que se forman alrededor de los folículos pilosos
- Ampollas llenas de pus que se abren y forman costras
- Picazón o ardor en la piel
- Dolor o sensibilidad en la piel
- Un gran bulto o protuberancia hinchados
Cuándo consultar al médico
Solicita una consulta con el médico si tu afección es generalizada o si los signos y síntomas no desaparecen después de unos días. Es posible que necesites un antibiótico o un medicamento antifúngico para ayudar a controlar la afección. Solicita una hora con un dermatólogo al CDU
Tipos de foliculitis
Los dos tipos principales de foliculitis son la foliculitis superficial y la profunda. El tipo superficial afecta solo una parte del folículo, mientras el tipo profundo compromete todo el folículo y suele ser más grave.
Las formas de foliculitis superficial comprenden:
- Foliculitis bacteriana. Este tipo frecuente se caracteriza por la presencia de bultos pruriginosos, blancos y llenos de pus. Se produce cuando los folículos pilosos se infectan con bacterias, por lo general, el Staphylococcus aureus (estafilococo). Los estafilococos viven en la piel todo el tiempo. Sin embargo, generalmente, causan problemas solo cuando entran en el cuerpo a través de un corte o de otra herida.
- Foliculitis del jacuzzi (foliculitis por pseudomonas). Con este tipo de foliculitis, puedes presentar una erupción de bultos rojos y redondos que provocan picazón de uno a dos días después de haber estado expuesto a la bacteria que lo provoca. La foliculitis del jacuzzi se produce a causa de las bacterias pseudomonas que se encuentran en muchos lugares, como jacuzzis y piscinas climatizadas en las que los niveles de cloro y pH no están bien regulados.
- Vello encarnado (pseudofoliculitis de la barba). Se trata de una irritación de la piel que se produce por los vellos encarnados. Principalmente, afecta a los hombres con cabello rizado que se afeitan mucho, y es más notoria en el rostro y en el cuello. Las personas que se depilan con cera la zona del bikini pueden padecer foliculitis de la barba en la zona de la ingle. Esta afección puede dejar cicatrices oscuras (queloides).
- Foliculitis por Pityrosporum. Este tipo de foliculitis produce pústulas crónicas, rojas y pruriginosas tanto en la espalda como en el pecho, y, a veces, en el cuello, los hombros, la parte superior de los brazos y el rostro. Se genera a causa de una candidosis.
Los tipos de foliculitis profunda comprenden:
- Sicosis de la barba. Este tipo afecta a los hombres que han comenzado a afeitarse.
- Foliculitis gramnegativa. A veces, este tipo se produce si recibes una terapia antibiótica para el acné a largo plazo.
- Forúnculos (diviesos) y ántrax. Estos se producen cuando los folículos pilosos se infectan profundamente con la bacteria estafilococo. Por lo general, un forúnculo aparece, de forma repentina, como un bulto doloroso de color rosa o rojo. Un ántrax es un grupo de forúnculos.
- Foliculitis eosinofílica. Este tipo afecta principalmente a las personas que padecen VIH/sida. Los signos y síntomas comprenden picazón intensa, así como parches de bultos y espinillas recurrentes que se forman cerca de los folículos pilosos del rostro y la parte superior del cuerpo. Cuando se cura, la piel afectada puede quedar de un tono más oscuro que el que tenía anteriormente (hiperpigmentación). Se desconoce la causa de la foliculitis eosinofílica.
Causas
En la mayoría de los casos, la foliculitis se produce a causa de una infección de los folículos pilosos por la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo). La foliculitis también puede ser a causa de virus, de hongos e, incluso, de una inflamación por vellos encarnados.
Los folículos son más densos en el cuero cabelludo, y se producen en todas las partes del cuerpo, excepto las palmas de las manos, las plantas de los pies, los labios y las membranas mucosas.
Factores de riesgo
Cualquier persona puede padecer foliculitis. Sin embargo, ciertos factores te hacen más vulnerable a la enfermedad, entre ellos:
- Padecer una enfermedad que reduzca tu resistencia a las infecciones, como la diabetes, la leucemia crónica y el VIH/sida
- Tener acné o dermatitis
- Tomar algunos medicamentos, como las cremas esteroides o la terapia con antibióticos a largo plazo para el acné
- Ser hombre con cabello enrulado que se afeita
- El uso frecuente de ropa que absorba el calor y el sudor, como los guantes de goma o las botas altas
- Tomar baños de inmersión en hidromasajes que no tengan buen mantenimiento
- Dañar los folículos pilosos al afeitarse, depilarse con cera o usar prendas ajustadas
Complicaciones
Las posibles complicaciones de la foliculitis son:
- Reaparición o propagación de la infección
- Forúnculos debajo de la piel (furunculosis)
- Daño permanente en la piel, como cicatrices o manchas oscuras
- Destrucción de los folículos pilosos y pérdida permanente del cabello
Prevención
Estos consejos te ayudarán a evitar que la foliculitis vuelva:
- Evita la ropa ajustada. Ayuda a reducir la fricción entre la piel y la ropa.
- Seca los guantes de goma después de cada uso. Si usas guantes de goma con regularidad, dalos vuelta después de cada uso, lávalos con agua y jabón y sécalos bien.
- Evita afeitarte si es posible. En el caso de los hombres que tienen vello encarnado por afeitarse (seudofoliculitis), dejarse crecer la barba puede ser una buena opción si no es necesario tener el rostro bien afeitado.
- Aféitate con cuidado. Si te afeitas, adopta hábitos como los siguientes para ayudar a controlar los síntomas al reducir la cercanía del afeitado y el riesgo de dañar la piel:
- Aféitate con menor frecuencia
- Lava la piel con agua tibia y jabón antibacterial antes de afeitarte
- Usa un paño de limpieza o una compresa limpiadora con movimientos circulares suaves para levantar el vello incrustado en la piel antes de afeitarte
- Aplica una buena cantidad de loción de afeitar antes del afeitado
- Aféitate en la dirección de crecimiento del vello, aunque un estudio observó que los hombres que se afeitan a contrapelo presentan menos protuberancias en la piel. Fíjate cuál funciona mejor para ti.
- Evita el afeitado muy cercano a la piel mediante el uso de una afeitadora eléctrica o una hoja protegida y no estires la piel
- Utiliza una hoja afilada y enjuágala con agua tibia después de cada pasada
- Aplica una loción hidratante después de afeitarte
- Evita compartir afeitadoras, toallas y paños de limpieza
- Considera utilizar productos para eliminar el vello (depilatorios) u otros métodos de depilación. Sin embargo, es posible que estos también irriten la piel.
- Utiliza solo jacuzzis y piscinas climatizadas limpios. Además, si tienes un jacuzzi o una piscina climatizada, límpialos con regularidad y agrégales cloro como se recomienda.
- Habla con el médico. Según la situación y frecuencia de las reapariciones, el médico puede recomendarte que controles el crecimiento bacteriano en la nariz con un régimen de cinco días de ungüento antibiótico y el uso de un gel de ducha con clorhexidina (Hibiclens, Hibistat). Se requieren más estudios para demostrar la eficacia de estas medidas.
Diagnóstico
Es probable que el médico te diagnostique foliculitis al observarte la piel y revisar tu historia clínica. El médico puede utilizar una técnica para el examen microscópico de la piel (dermatoscopia).
Si los tratamientos habituales no eliminan la infección, el médico puede usar un hisopo para tomar una muestra de la piel o el cabello infectados. La muestra se envía a un laboratorio para determinar la causa de la infección. En raras ocasiones, se hace una biopsia de la piel para descartar otras enfermedades.
Tratamiento
Los tratamientos para la foliculitis dependen del tipo y la gravedad de la enfermedad, de las medidas de cuidado personal que ya hayas probado y de tus preferencias. Las opciones incluyen medicamentos e intervenciones, como la depilación láser. Incluso si el tratamiento funciona, la infección puede reaparecer.
Medicamentos
- Cremas o pastillas para controlar la infección. En los casos de infecciones leves, el médico puede recetarte una crema, una loción o un gel antibiótico. Por lo general, los antibióticos orales no se utilizan para la foliculitis. Sin embargo, en los casos de infección grave o recurrente, el médico puede recetarlos.
- Cremas, champús o píldoras para combatir las infecciones fúngicas. Los antifúngicos son para las infecciones que se producen a causa de levaduras y no por bacterias. Los antibióticos no son útiles en el tratamiento de ese tipo de infecciones.
- Cremas o píldoras para reducir la inflamación. Si tienes foliculitis eosinofílica leve, el médico puede recomendarte que pruebes una crema con esteroides para aliviar la picazón. Si tienes VIH/sida, es posible que veas una mejoría en los síntomas de la foliculitis eosinofílica después de la terapia antirretroviral.
Otras intervenciones
- Cirugía menor. Si tienes un forúnculo de gran tamaño o ántrax, el médico puede hacerte una pequeña incisión para drenar el pus. Esto puede aliviar el dolor, acelerar la recuperación y disminuir la formación de cicatrices. Después el médico puede proteger la zona con gasa estéril en caso de que el pus continúe supurando.
- Depilación láser. Si otros tratamientos fracasan, la depilación permanente con terapia láser puede curar la infección. Este método es costoso y suele requerir varias sesiones de tratamiento. Elimina los folículos pilosos de forma permanente, lo que reduce la densidad del vello en la zona tratada. Otros efectos secundarios posibles son manchas en la piel, formación de cicatrices y ampollas.